| Verdad Desde La Tormenta |
En el verano de 1976 fui a acompañar a mis amigos a una montaña a
pescar. De repente nos vino una tormenta con rayos, relámpagos y
una tromba de agua . Me eché a correr cuesta abajo para refugiarme
en el coche. No soy muy rápido pero la tormenta (o miedo de ella) me
hizo volar. Antes de que pudiera reaccionar casi me alcanza un rayo.
Me tiré al suelo lleno de miedo.
Al levantarme del suelo me vino una voz que me dijo, “Guillermo no
estas preparado para morir.” En aquel momento yo sabía que si
hubiera muerto habría ido al infierno.
Muchos vivimos la vida como si nunca se nos fuera a acabar y sin
embargo llenos de miedo a la muerte. Todos sabemos que algún día
se nos acabará la vida.
Pero la muerte no tiene porque asustarnos. Podemos vivir sin miedo
sabiendo que tenemos la vida eterna; sabiendo que al morir iremos a
la gloriosa presencia de Dios.
“Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del
Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna..”. 1 Juan 5:13
Quiero compartir el mensaje de Dios contigo que me quitó el miedo a
la muerte, me dio paz e hizo que la vida cobrara sentido.
Amigo mío, tu también puedes tener la paz y tranquilidad de saber que
Dios te espera. Entrega tu vida al Señor diciendo: Señor Jesús,
reconozco que soy pecador perdóname. Tu moriste en la cruz para
salvarme. Entra en mi corazón y establece tu reino en mi. Se el Rey y
Señor de mi vida. Ayúdame a seguirte todos los días de mi vida.
pescar. De repente nos vino una tormenta con rayos, relámpagos y
una tromba de agua . Me eché a correr cuesta abajo para refugiarme
en el coche. No soy muy rápido pero la tormenta (o miedo de ella) me
hizo volar. Antes de que pudiera reaccionar casi me alcanza un rayo.
Me tiré al suelo lleno de miedo.
Al levantarme del suelo me vino una voz que me dijo, “Guillermo no
estas preparado para morir.” En aquel momento yo sabía que si
hubiera muerto habría ido al infierno.
Muchos vivimos la vida como si nunca se nos fuera a acabar y sin
embargo llenos de miedo a la muerte. Todos sabemos que algún día
se nos acabará la vida.
Pero la muerte no tiene porque asustarnos. Podemos vivir sin miedo
sabiendo que tenemos la vida eterna; sabiendo que al morir iremos a
la gloriosa presencia de Dios.
“Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del
Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna..”. 1 Juan 5:13
Quiero compartir el mensaje de Dios contigo que me quitó el miedo a
la muerte, me dio paz e hizo que la vida cobrara sentido.
- Primero, Dios dice que todos somos pecadores. Todos hemos
pecado, y por eso estamos lejos de Dios.” Romanos 3:23 - Segundo, Dios dice que nuestro pecado nos separa de Dios y
nos lleva camino al infierno. “porque la paga del pecado es
muerte,....” Romanos 6:23 - Tercero, Dios dice que por amor envió a su hijo, Jesucristo a
morir en la cruz por nuestro pecado llevando toda nuestra culpa
sobre si mismo en la cruz. “Porque de tal manera amó Dios al
mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel
que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Juan 3:
16 “Todos nosotros nos perdimos como ovejas, siguiendo cada
uno su propio camino, pero el Señor cargó sobre él (Jesucristo)
la maldad de todos nosotros.” Isaías 53:6 - Cuarto, Dios dice que para recibir la vida eterna y saber que
pasaremos la eternidad en la presencia de Dios tenemos que
creer en Jesucristo. “Y pensad esto: que solamente por gracia
sois salvos mediante la fe en Cristo. No lo sois por vuestros
propios merecimientos, sino tan sólo como un don de Dios, 9
pues la salvación no se obtiene por la bondad de nuestras
obras, para que nadie tenga de qué jactarse.” Efesios 2:8-9 - Quinto, Dios dice que tenemos que arrepentirnos de nuestro
pecado y seguir a Cristo. “....Jesús fue a Galilea predicando el
evangelio del reino de Dios.15 Decía: «El tiempo se ha cumplido
y el reino de Dios se ha acercado. ¡Arrepentíos y creed en el
evangelio!”. Marcos 1:14-15
Amigo mío, tu también puedes tener la paz y tranquilidad de saber que
Dios te espera. Entrega tu vida al Señor diciendo: Señor Jesús,
reconozco que soy pecador perdóname. Tu moriste en la cruz para
salvarme. Entra en mi corazón y establece tu reino en mi. Se el Rey y
Señor de mi vida. Ayúdame a seguirte todos los días de mi vida.