Puesto que somos seres humanos es imposible por nuestras propias fuerzas que
podamos vivir una vida que agrada a Dios.  Somos seres humanos y por lo tanto
somos pecadores.  Siendo pecadores somos excluidos de la presencia de Dios.  De
hecho el profeta Isaías dijo que nuestro pecado nos separa de Dios.

Por eso Jesucristo dijo al fariseo Nicodemo,  que Nicodemo tendría que nacer de
nuevo o sea nacer espiritualmente para ver y para entrar en el reino de Dios. El
nacer de nuevo o nacer espiritualmente significa recibir una nueva naturaleza
diferente y transformada;una naturaleza que procede de Dios.  No podemos ni
entrar en una relación de amistad con Dios ni pasar la eternidad en su presencia sin
ser transformados espiritualmente.

No pienses que esta nueva naturaleza solamente es necesaria para la gente muy
mala y que gente buena no la necesita.  Nicodemo fue un hombre piadoso y santo.  
Sin embargo necesitaba recibir esta nueva naturaleza de Dios.  Ningún ser humano
puede vivir de una forma que agrada a Dios sin recibir de Dios esta naturaleza
nueva.  

El gran dilema que muchos hemos sufrido es saber que no somos lo que Dios
quiere que seamos; es vernos impotentes de cambiar a largo plazo nuestro
comportamiento para que sea de acuerdo con la voluntad de Dios.  

Nuestro comportamiento muchas veces no solo desagrada a Dios sino que muchas
veces nos hacemos daño y hacemos daño a los demás.  Quisiéramos dejar el vicio,
la adicción o los malos comportamientos, pero siempre que intentamos acabamos
de el fracaso.  Volvemos a ser lo mismo que antes o peor.

Quiero compartir contigo como un servidor logré la transformación y dejé de vivir
una vida controlada por el pecado.  Sigue los consejos siguientes:

1.  Reconoce tu deseo de cambiar.  Habla con Dios en oración explicándole tu
deseo de ser diferente.

2.  Reconoce tu impotencia.  Es muy importante que reconozcas delante de Dios tu
impotencia y tu necesidad de su ayuda.  Dios da fuerza al humilde y humilla al
soberbio.

3.  Pide perdón de Dios por todo tu pecado y confesar tu deseo a dejarlo.  No
puedes pedir perdón por solamente el pecado que te molesta y seguir pecando de
otras formas.

4.  Pide que Cristo entre en tu corazón y sea el Señor de tu vida.   Es un paso
sumamente importante.  Cuando Cristo entra en tu corazón y es el Señor de tu vida
El te da el poder necesario para que venzas el pecado.  Pero, no puedes pedir su
ayuda en una sola área de tu vida.  Necesitas rendirte totalmente a El.

5.  Sigue al Señor.  Habla con El en oración como hablarías con tu mejor amigo.  Es
lo que es.   Lee su Palabra la Santa Biblia.  Cuenta a los demás lo que Dios hace y
ha hecho en tu vida.  Congrégate con otros creyentes que también siguen al Señor.

Que Dios te bendiga.
Para Ir Al Cielo Necesitas
Recibir Una Naturaleza
Nueva De Dios
Vuelve A La Pagina Principal